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¿Cuál es la primera experiencia que recuerdas relacionada con la música?
Mi primer contacto con el piano fue de manera totalmente intuitiva.
Incluso varios años antes de empezar mi formación académica, mi madre me sentaba al piano que teníamos en casa y experimentaba, jugaba: sin saber tocar nada aún, me las ingeniaba para hacer crescendos, diminuendos, accelerandos y pausas dramáticas. Y a partir de ahí empecé a comprender que el sonido es un fenómeno físico que está vivo y se encuentra en permanentemente relación con el silencio.
Una buena parte de mi formación musical ha sido ir poniendo nombre a todo eso que descubrí jugando de pequeño.
¿Qué personalidades musicales te han influido de manera notable?
Tanto mi madre, la pianista Elvira Babiloni, que fue mi primera profesora de piano, como mi tío, el guitarrista Manuel Babiloni.
De ellos aprendí que el hecho de ser artista implica llevar una forma de vida que va mucho más allá de la música y nuestro instrumento: un artista también tiene que leer, ver películas, ir al teatro, interesarse por las matemáticas o la filosofía, y hacer ejercicio físico. Y por supuesto, también tiene que reír, sufrir, enfadarse y llorar, como cualquier otro ser humano.
¿Qué repertorio te interesa en la actualidad?
Siempre me ha interesado mucho la música de Beethoven y Debussy. Sin embargo, en los últimos años he tenido la oportunidad de descubrir música contemporánea muy interesante.
En público he tocado obras de compositores como Kaija Saariaho y Ramón Paús, y me gustaría que una buena parte de mi actividad artística de los próximos años estuviera dedicada a obras de músicos actuales, pero sin dejar de tocar música de Brahms, Liszt o Mozart, naturalmente. Además, trabajar con compositores vivos puede ser muy divertido… o no.
Cuéntanos, por favor, alguna experiencia o anécdota que te venga a la memoria relacionada con la música…
Tuve la oportunidad de escuchar tocar el piano en directo a Daniel Barenboim en Berlín en el mes febrero de 2020. Tocó cuatro sonatas de Beethoven y fue una experiencia inolvidable para mí.
¿Qué opinas de la situación actual de la educación musical?
Creo que, como explica Maria João Pires en algunas de sus entrevistas, la educación musical se encuentra orientada principalmente a la lucha y a la competición, al desarrollo de unas ciertas habilidades desde edades muy tempranas con el único objetivo de «demostrar» que eres «mejor» que otros.
Si echas un vistazo a los programas académicos de la mayoría de las principales instituciones europeas, ves que esta se trata de una manera de pensar que está presente en muchos lugares. Tengo la sensación de que, incluso en ambientes de reconocido nivel artístico, se forma a los músicos para tocar frente a los jurados de concursos y no para el público. Esto es un gran problema.
¿Qué importancia tiene el desarrollo de la creatividad en la formación de los músicos?
Es vital. Albert Einstein dijo que la creatividad es «la inteligencia divirtiéndose» y no puedo estar más de acuerdo. Para los músicos el desarrollo de la creatividad debería ser una parte muy importante de su vida diaria, tanto durante el estudio como el resto del tiempo.
Una buena manera de trabajar la creatividad puede ser buscar nuevas maneras de comprender algo que ya hacías.
¿Qué recomendaciones harías a los niños que empiezan ahora a estudiar música?
Más que recomendaciones, lo que les diría se podría resumir en esto: básicamente, que sean muy curiosos, que se den cuenta de que siempre puedes aprender algo nuevo o entender algo que ya sabías de maneras diferentes, y esto te abre tantas posibilidades…
MÁS INFO:
Instagram: @iambabiloni.
Página de Facebook: Manuel Ortiz Babiloni.