Según indican algunos expertos, la música puede llegar a reducir los niveles de estrés en un 65%.
Sin duda alguna, la música es una de las manifestaciones artísticas más consumidas por la mayoría de las personas. El rock, el pop, el jazz y el blues son solo algunos de los géneros musicales más escuchados por la población, ya que si por algo destaca la música es por su enorme diversidad. Por ello, esta actividad artística se ha convertido en algo fundamental para la vida de todas las personas.
En los últimos tiempos, la música ha empezado a ser utilizada como una herramienta de ayuda hacia la población, puesto que los elementos que la conforman pueden ser muy eficaces a la hora de desarrollar o restaurar funcionalidades en las personas. En este sentido, hablamos de la musicoterapia, una técnica basada en la utilización de la música con fines psicoterapéuticos.
Para los que lo desconozcan, el uso de la música como terapia se remonta a épocas muy antiguas, y más concretamente, a la prehistoria. Sin embargo, la aparición de los primeros escritos que aludían a esta utilización se produjo en el año 1889, cuando el egiptólogo británico, Petrie, descubrió unos papiros egipcios en la ciudad de Kahum -las investigaciones establecieron que datan de alrededor del año 1500 a. C-.
¿Para qué sirve la musicoterapia?
Según una investigación realizada por la compañía Mindlab International, la música puede llegar a reducir los niveles de estrés en un 65%. Un porcentaje increíble, que demuestra la importancia de la música a la hora de mejorar la vida de las personas. Para llevar a cabo esta investigación, el médico David Lewis, sometió a una serie de voluntarios a situaciones de tensión con distintas melodías de fondo.
Al finalizar el estudio, el doctor Lewis, comprobó cómo las melodías musicales eran capaces de reducir los niveles de tensión generados en las personas. Por esta y otras razones, cada vez son más los profesionales que confían en la musicoterapia como herramienta para mejorar la salud física, social y emocional de los individuos. Y es que este tipo de terapia se puede utilizar en entornos médicos, educacionales y cotidianos.
La mejor prueba del éxito de esta técnica terapéutica, se puede ver reflejada en la gran cantidad de proyectos de musicoterapia que se llevan a cabo en la actualidad. Es especialmente reseñable, el uso que se hace de la musicoterapia en la educación, ya que permite fomentar una enseñanza basada en valores -respeto a los compañeros, trabajo en equipo, etcétera-.
La musicoterapia en el ámbito educativo
Como ya se ha comentado en el apartado anterior, actualmente, la musicoterapia se utiliza de forma habitual en la educación, puesto que ayuda a estimular el aprendizaje a través de la adaptación de técnicas que fomentan la motivación de los estudiantes. Además, esta disciplina también impulsa la creatividad de las personas, debido a que mediante la música se pueden mejorar las capacidades comunicativas e intelectuales.
Las técnicas de musicoterapia son bastante variadas, ya que por un lado, están las técnicas activas, donde el musicoterapeuta y las personas forman parte del proceso de creación de las experiencias. Por otro lado, están las técnicas pasivas, en las cuales el musicoterapeuta emite sonidos o música para que causen efectos en los participantes. Este segundo rango de técnicas, también es conocido como musicoterapia receptiva.
Se puede decir por tanto, que la musicoterapia es una herramienta muy interesante a la hora de controlar las emociones de los estudiantes. Por ello, desde el punto de vista terapéutico, esta disciplina también está presente en numerosos centros de educación especial. Y es que los musicoterapeutas pueden desarrollar terapias no invasivas en personas con TEA, con Síndrome de Down o con Parálisis Cerebral.
Otros usos de la musicoterapia
Actualmente, la musicoterapia es cada vez más demandada por el ámbito educativo y por el ámbito sociosanitario, sin embargo, esta técnica terapéutica se puede utilizar en otros entornos como el abordaje familiar. Para ello, el musicoterapeuta se encarga de organizar sesiones de musicoterapia en familia, donde varias familias se reúnen para experimentar diferentes vivencias musicales.
A través de estas sesiones de trabajo, las familias pueden mejorar diversos aspectos emocionales como el respeto, la empatía o la cooperación. Pero sin ninguna duda, el principal objetivo de estas sesiones de musicoterapia es fortalecer los vínculos que mantienen los miembros de la familia. Además, esta herramienta también es capaz de abordar otros temas relacionados con la gestión de las emociones negativas.
Por ejemplo, algunas familias no son capaces de superar ciertas situaciones negativas que tienen que ver con la pérdida de un ser querido, o con la generación de conflictos. Para todos estos casos, el uso de la musicoterapia puede convertirse en la mejor solución, debido a que es realmente eficaz en el tratamiento del duelo y en la gestión de los problemas familiares. ad