¿Os he contado antes que me gusta el Olympia de Valencia? Pues no me gusta... ¡en realidad me encanta! Es toda una experiencia. :)
Bajarse en la estación de tren "del Nord" (del norte, aunque en realidad se halla en pleno centro) de la capital del Turia (de paso mando un saludo afectuoso a los lectores de su hermana homónima, también Valencia, ésta en América del Sur, más concretamente en Venezuela)...
Y volviendo a España, a la Comunidad Valenciana, llegado al corazón de Valencia, paseo por ese señorial camino que lleva al Ayuntamiento y de ahí al teatro, en cinco minutos a pie que son una lección muda de arquitectura elegante.
Y volviendo a España, a la Comunidad Valenciana, llegado al corazón de Valencia, paseo por ese señorial camino que lleva al Ayuntamiento y de ahí al teatro, en cinco minutos a pie que son una lección muda de arquitectura elegante.
Una vez a las puertas del Teatro Olympia, lo primero que me enamora son sus columnas, luciendo portentosas, rosáceas, hercúleas, para luego, una vez dentro ir deslizándome suave y ligeramente cuesta abajo por esa especie de cuasi viaje al Romanticismo que es contemplar su grada, sus palcos y su hermoso techo. No tiene precio.
Estuve ayer disfrutando de un musical familiar, Peter Pan contra el Youtuber, (el simpático, al final, "Morenus":) con mensaje, ya que no debemos olvidar fomentar la lectura en los niños, la imaginación, el espíritu que desarrolla la creatividad... las modernas pantallas, como definí en un post humorístico, "la otra televisión", deben tener su lógico contrapunto en su uso racional, racionado y crítico.
Tampoco debemos olvidar pues asistir al mayor número de conciertos que podamos, yo apoyo y fomento la música en directo, ¿y tú? (La dicotomía entre música enlatada y en vivo la tengo resuelta claramente en favor de la segunda, es más intensa siempre). Ahí os dejo unas próximas propuestas:
Ah, y ya que estáis en Valencia, no olvidéis visitar también otro teatro "cuquísimo", el Talía, en pleno barrio del Carmen, en la Calle Caballeros.
