(Continuación de la entrada anterior sobre análisis)
*análisis melódico: tipos de escalas, números de frases, tipos de final, ámbito, tesitura, contornos, interválica, ornamentación, clímax...
*análisis rítmico: compás, cambios, tipo de comienzo, célula característica, presencia de síncopas (tipos), notas a contratiempo, polirritmias...
*análisis armónico: relaciones tonales entre partes o movimientos, cadencias, notas pedales, acorde característico, ritmo armónico, modulaciones, modos si los hubiere...
*análisis dinámico: nivel, terrazas (típico del barroco)/pendientes (desde el clasicismo), final, acentos...
*análisis de la textura: articulación, notas de expresión, tímbrico, pedalización, tejido homofónico, polifónico o melodía acompañada, heterofonía, densidad...
*análisis formal propiamente dicho: fraseología (periodos, frases, semifrases, motivos...), tematismo, partes, tipo formal, género...
Para un análisis completo:
análisis técnico,
estilístico,
estético,
contexto cultural,
opinión personal y
bibliografía...
análisis técnico,
estilístico,
estético,
contexto cultural,
opinión personal y
bibliografía...
Recuerda que pueden haber dos análisis parecidos y al mismo tiempo diferentes correctos de una misma obra, al fin y al cabo son interpretaciones de seres humanos (relativas).
Es muy importante que además de buscar estructuras internas, coherencias también (en caso de sentirte algo perdido/a) sepas "DESCRIBIR", narrar, contar con palabras lo que esa obra muestra.
Del mismo modo es la mejor manera de estudiar una música: comprendiéndo(la) -o intentándola-. Tradúcetela a palabras, así la tendrás "enganchada" en diferentes partes de tu cerebro, pues está más que demostrado que nuestra mente es esencialmente lingüística.
Es muy importante que además de buscar estructuras internas, coherencias también (en caso de sentirte algo perdido/a) sepas "DESCRIBIR", narrar, contar con palabras lo que esa obra muestra.
Del mismo modo es la mejor manera de estudiar una música: comprendiéndo(la) -o intentándola-. Tradúcetela a palabras, así la tendrás "enganchada" en diferentes partes de tu cerebro, pues está más que demostrado que nuestra mente es esencialmente lingüística.