Hoy os comparto una improvisación en plena calle, a plena luz del día, de una música que bien nos puede transportar inmediatamente a la intimidad de la noche.
Se trata de un magistral intérprete de sitar, el instrumento que nos acerca a nuestro lado oriental, a la India por la vía más rápida. ¡Música con escalas modales (ragas), música distinta pero que no debería sernos distante!
Como en su parada compartió con nosotros, os transcribo:
"El sitar es un instrumento procedente del norte de la India, se crea a partir del "been" (tres cuerdas) y la "veena" (siete cuerdas). Es la madre del laúd y la abuela de la guitarra. Está hecho de calabaza, maderas nobles y marfil.
La música clásica para sitar tiene su origen en "Los Vedas" y su base son las "ragas". El proposito de la música para sitar es la expresión de diferentes estados de ánimo mediante el uso de escalas específicas. Cada raga tiene su nombre. Las ragas se dividen en tres partes:
Allup: sin ritmo,
Jor: poco ritmo,
Jala: más ritmo."
Quiero incidir especialmente sobre lo contrario a la última palabra del anterior párrafo: interesa más bien a occidente la lentitud, la gravedad, la reflexión, la escucha, la visualización, la concentración, la meditación, la pausa, el poner brida a tanta carrera absurda...
Empecemos, por ejemplo por el consumismo vacuo, por escuchar a los demás, por no enjuiciar tanto, nadie es superior a nadie... Vivimos en océanos de preguntas, es legítimo: en la duda se encuentra la sabiduría. Pero...
Entre todos, y gracias especialmente a la música, podemos hacer ese viaje necesario hacia el interior, hacia las respuestas, que se hallan tan dentro de uno. Os invito a que conectéis, a través de la atención, de la conciencia y la música será vuestra mejor aliada, con vuestro interior.
Os dejo el contacto del genial músico de Lucena del Cid (provincia de Castellón) para que podais darle vuestras impresiones: