“ Pon una música alegre que estoy triste”
“ No te pongas de negro que parece que vayas de funeral”
“ Estos niños tienen voces blancas”
“ Quiero una canción alegre para despertarme”
Estas frases, podrían parecer que no tienen ningún tipo de relación, pero si las vemos con detalle, nos daremos cuenta, que todas tienen en común el factor psicológico. Aunque de primeras, unir música y color pueda parecer algo extraño no lo es tanto y tiempo atrás ya se buscaban este tipo de conexiones. Artistas de distintas modalidades realizaron sus postulados para buscar ese nexo que las aglutinara, algunos con más éxito que otros. Pero antes de seguir, vamos a hacer un pequeño experimento que nos ayudará a entender lo que viene a continuación.
“Cierra los ojos e imagina que estas escuchando una melodía tranquila, con sonidos suaves, ritmos lentos. Notarás como poco a poco una sensación de tranquilidad y paz te inunda, en ese instante, piensa en un color, probablemente será un tono suave que se fundiría con la música”
Los colores como la música nos evocan y transmiten sensaciones y este es el camino por el cual la música se puede teñir de color
“Schubert , comparaba la nota Mi menor a una joven vestida de blanco con un lazo rosa en su pecho, Christian Schubart Ideen, en unos escritos de 1806, hablaba de las características que cada nota poseían, para él, Re mayor era la clave del triunfo, la de los gritos de guerra, de victoria y regocijo, Do mayor era una nota pura, su carácter era la inocencia, la sencillez y la ingenuidad, Re menor transmitía melancolía… etc.” (http://bit.ly/gKDWdP).
Si tenemos en cuenta también algunas de las cualidades que los colores nos transmiten, podremos llegar a crear un círculo cromático, tal como hizo el músico y pintor Lluís Pujals i Carretero, basándose en sus propias experiencias y sensaciones (http://bit.ly/1dSknWO).
Ahora cuando hablemos con un músico le podremos preguntar, ¿De que color tocas? …