Músic@s de nuestro tiempo. Entrevista a Antonio Soria
ENTREVISTA A: Antonio Soria, concertista y catedrático de piano
¿Cuál es la primera experiencia que recuerdas con la música?
Las primeras enseñanzas que recibí, hace unos 37 años, por parte de una
profesora de solfeo en el Real Conservatorio Profesional de Música de
Albacete: Conchita Cordero. Recuerdo que ella y su más avanzada
discípula (ahora en edad de jubilación) me examinaron a final de curso
de lo que se llamaba “preparatorio” y primero de solfeo. Su discípula
(Llanos Pérez Raya) me puso un notable en Preparatorio, y en el mismo
día, un instante después, la Sra. Cordero me puso un Sobresaliente en
primero. No entendí bien qué podía haber ocurrido? …pero bueno, poco
después me enviaron a estudiar piano con Arturo Moya, que entonces tenía
una academia con su nombre “Liceo Arturo Moya”, también en Albacete.
Este señor descubrió en mí un talento que quiso cultivar a pesar de que
mi padre tras el primer año, por supuestas dificultades económicas,
quiso borrarme, y don Arturo no lo permitió. Me estuvo dando clases seis
o siete años con entrega y además de bastante repertorio, me dio a
conocer su propia obra que, entonces, me entusiasmó. Recuerdo de forma
especial el “Aquelarre” inspirado en los grabados de Goya y también “No
hay capitán”, basado en un poema de su amigo portugués Pedro Falçao.
¿Qué personalidad musical crees que te influyó más en tu carrera?
Han sido varias las personalidades que se me han cruzado en el camino y
han influido en mi carrera de forma importante. Mi maestro que lo fue
durante seis años, el gran pianista español Ramón Coll, y de forma
especial y por diversos motivos:
- El organista francés Francis
Chapelet, que me enseñó mucho sobre el mundo del órgano, y en particular
el ibérico y su apasionante repertorio, becándome en la Academia
internacional de órgano ibérico en Tierra de Campos, que él dirigía, y
después en el Conservatorio de Burdeos, donde obtuve bajo su dirección
el diploma superior.
- El pianista libanés Walid Akl. Corría el
primer año en que yo trabajaba como profesor en el Real Conservatorio
Profesional de Música de Albacete, y se me ocurrió invitarle a ofrecer
una clases magistrales. Tuvimos muchos alumnos y fue un verdadero
placer. Aunque ya nos conocíamos con anterioridad surgió una mayor
amistad. Cuando me escuchó los “miroirs” de Ravel me propuso grabarlos. A
mi me parecía ser todavía muy joven para eso. Estudiaba el superior con
Ramón Coll y había mucho por hacer. Pero quise aprovechar la
oportunidad y brindé a un compañero y ahora buen amigo, el clarinetista
José Lozano, hacer ese disco juntos, que fue editado y distribuido por
Pavane Records (Bruselas). Después, con él (dúo Reinecke), ganamos el
Concurso Paper de Música, una magnífica pasarela de apoyo a la juventud
que ideó Gemma Romanyà y que sigue en marcha, con la presidencia en el
jurado de Ros Marbá.
- El pianista búlgaro Alexis Weissenberg.
Asistí a un curso con él organizado por Antonio Iglesias en el coliseo
Carlos III de El Escorial. Me pareció el más elocuente de los pianistas
que había conocido y la verdad es que fue un momento inolvidable, porque
me escuchó mucho repertorio y me dijo cosas muy buenas. Me invitó a
irme con el a estudiar a Suiza y me apoyó en mis proyectos. No fui
porque entonces surgió la posibilidad de grabar toda la obra para piano
de Joaquín Turina, una gran proyecto que necesitaba de todo mi empeño.
- El compositor Xavier Montsalvatge y la pianista Alicia de Larrocha.
Con el dúo Reinecke hicimos la primera grabación mundial de “Self
Paráfrasis” de Montsalvatge, bajo su supervisión y apoyo. Fue un
verdadero privilegio, pero no quedó ahí la cosa. Montsalvatge me
presentó a Alicia de Larrocha durante un concierto en que le rendían a
él homenaje en el Palau de Barcelona. Alicia se entusiasmo con el
proyecto Turina y me apoyó todo lo que pudo. Dos personas grandes
artistas que me demostraron una vez más que la grandeza va ligada a la
honestidad y la “normalidad” bien entendida.
- Podría citar a más
personas… por ejemplo Salvador Seguí. Desde que nos conocimos en Callosa
d’En Sarria, contó conmigo para muchos proyectos, entre los que
destacan el primer máster que abrió los cursos de doctorado para músicos
(en la Universidad de Valencia), que clausuré con un concierto de
órgano en San Nicolás de Valencia y el Conservatorio Superior que hoy
lleva su nombre en Castellón, donde me ocupo de la jefatura del
departamento de “instrumentos de tecla y polifónicos.” Un proyecto que
comenzamos en 1998 y que hoy sigue…
¿Cuál era el estilo o el compositor que más te gustaba estudiar de joven?
He disfrutado mucho con Chopin, con Bach, con Turina, con Ravel… hay
tantos! Somos unos afortunados por contar con un repertorio tan enorme.
¿En qué repertorio te sientes más a gusto en la actualidad?
Mi formación organística me dio la perspectiva de acercarme a un estilo
como el barroco que para los pianistas es un tanto extraño en general…
Desde el barroco al modernismo disfruto tocando muchas cosas. El
profundo estudio de Turina me ha dado una perspectiva amplia del
lenguaje musical del periodo modernista… su música, los impresionistas y
también Montsalvatge, los llevo mucho en programa.
Cuéntanos, por
favor, alguna experiencia o anécdota que te venga a la memoria que tenga
que ver con tu instrumento (en algún curso, o concierto...)
Uf!...
hay muchas vivencias. Una de las más espectaculares en un tiempo
reciente, …por tamaño y por ver lo distinto que funciona el público en
uno u otro continente, fue un concierto en julio pasado como solista en
Maryland. Nada más ni menos que 6.000 personas de público, tocando como
solista con la orquesta sinfónica del festival, …y de fondo la sugerente
bahía de Chesapeake… Falla (las Noches) y Turina (la Rapsodia
Sinfónica). Un público entusiasmado y un ambiente especial.
¿Qué opinas de la situación actual de la enseñanza de la música?
Desde las bases se puede mejorar mucho y en los tres niveles de los
conservatorios también. Sería deseable que no se incentivara tanto la
provisionalidad y el carácter interino… que se dotara de recursos
suficientes y que, en los centros públicos, la mentalidad de todos los
profesores fuese la adecuada para el “servicio” a la sociedad, más que a
sí mismos. ¿Cuáles son tus músicos favoritos?
Disfruto con muchos, y no sólo en la mal llamada música clásica.
¿Crees que es útil conocer recursos sobre improvisación? ¿Por qué? ¿En
qué medida crees que es necesaria la creatividad para el músico?
Naturalmente, porque (uno 2ª y 3º pregunta) …la creatividad es esencial
para el dominio del lenguaje y para trascender, a través del uso
“científico” del mismo, la línea que cruza al “arte”. Ciencia y arte se
dan la mano en la música y el interprete debería estar formado con la
capacidad de crear, además de recrear. Antes, como todos sabéis, no se
diferenciaba entre compositor e intérprete.
¿Qué proyectos musicales tienes en mente realizar?
Afortunadamente no me falta trabajo. Seguir con mis clases y mis
actuaciones. En las próximas tres semanas tocaré un precioso programa
con el clarinetista Paul Meyer en Macedonia, actuaré como solista con la
orquesta del festival de Cátaro en Montenegro, un recital con obras de
Turina, Montsalvatge y algo mío en el norte de Francia y un bonito
programa de música española para piano a cuatro manos (incluye Rapsodia
Española de Ravel) con uno de mis mejores alumnos, bueno éste ya ex –
alumno: José Diego Ramos. Hemos tocado este programa juntos con éxito en
Alemania, Suecia, República Checa, Italia, Francia y aquí, en España.
¿Qué consejo o recomendaciones darías a los que empiezan ahora a estudiar tu instrumento?
Bueno… pues, fundamentalmente, que se preocupen de tener un buen
pensamiento y lenguaje musical para poder traducirlo a través del
instrumento, …no es tanto el tiempo que se le dedique como la calidad
del mismo y ser conscientes de que, para poder aportar algo, es
necesario estar cultivado como persona. Naturalmente: tesón,
responsabilidad y continuidad, …esto es imprescindible.
¿Quieres añadir algo más sobre tu relación con la música?
Pues decir que “gracias” a Agustín por su iniciativa, … que dice mucho
de él como músico comprometido con el instrumento, su enseñanza y la
comunicación entre un colectivo que de por sí, sobre todo en lo que se
llama música clásica, es mucho menos fluido y “colegiado” de lo que nos
convendría a todos. Hay mucho que compartir, entre otras cosas
“admiración” y “respeto”… y si esto cundiera más en lugar de las típicas
batallas de quién es el mejor del mundo mundial (a algunos no hay que
animarles mucho, porque ya se lo creen) nos enriqueceríamos todos, y
sobre todo, la comunidad. El sistema puede funcionar mejor, mucho mejor…
si cada cual, con un mínimo de honestidad imprescindible, mirase por el
bien ajeno además del propio. Musicalmente seguiré en mi línea y
compartiré con gusto mi experiencia con quien llame a mi puerta… que
nunca ha estado cerrada. Estoy contento. Creo que no me puedo quejar …y
que queda mucho y precioso camino por recorrer.
Un cordial saludo a TODOS.
Profesor pianista experto en improvisación multi-estilos (modernos, clásicos y populares) y música española. Musicógrafo. Distinguido en Global Music Awards (EEUU).
1er Premio Concurso Piano Maestro Serrano (Palau de la Música, Valencia). Especializado en Falla.
Estrena Improvisaciones Albéniz y Granados (Boileau). Revistas: Música y Educación, Allegro, Ad Libitum, Polifonía, ArtsEduca. Coautor: 29 Maneras concebir silencio (Univ. Jaume I), Canto Natural (Bromera). Coord: Los poetas ante la música (Bubok). Autor: Piano Creativo -2 volúmenes- (Rivera), Piano Español (Lulú), Homenaje a Tomás Bretón (Boileau), Aprende a Improvisar al Piano (Redbook)