"Yo crecí escuchando música, en mi casa siempre se escuchaba flamenco y las figuras que mas me han inspirado, las que he estudiado desde pequeño han sido Camarón de la Isla y Paco de Lucia. El flamenco tiene la fuerza y la raíz con la que me he criado.
Posteriormente escuché pianistas como Bill Evans, Keith Jarret, o Tete Montoliu. En su idioma musical hay muchos recursos que pueden enriquecer el flamenco hacia un lenguaje nuevo, que es lo que trato de hacer en mis composiciones.
Mi objetivo es conseguir hacer un flamenco que suene flamenco, pero improvisando como si de un standard de jazz se tratara.
Hacer que el flamenco sea instantáneo y efímero, como siempre ha sido, desde el corazón pero sin poner limites en el horizonte.
Me acuerdo de la gran personalidad de un maestro como Jorge Pardo, ensayos con el, me sorprendió su gran humildad a la hora de tratar la música.
Como profesor de piano intento inculcar siempre, la importancia del corazón y la interpretación, de la música, aparte del estudio didáctico propiamente dicho. Es ahí cuando pasa de ser un estudio a ser un arte... la música.
La creatividad y la improvisación son parte fundamental del desarrollo de un músico como tal, es ahí cuando el músico puede hablar con el publico en un concierto y puede modificar su anhelo por la música, es un arte vivo y comunicativo.
Yo vivo en la música y la música vive en mí".
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