En la Comunidad Valenciana estamos de enhorabuena. Los estudiantes dependientes del Instituto Superior de Enseñanzas Artísticas, es decir, los concernidos a los títulos superiores de música, danza, arte dramático y diseño, el equivalente a todos los efectos al grado en música y las referidas a las artes escénicas, ya tienen una herramienta de evaluación (la conocida por evaluación curricular) que impide que se queden sin su titulación a falta sólo de una asignatura, troncal u obligatoria.
En un anterior post escribía sobre la injusticia que suponía que un estudiante invirtiera cuatro años o más de su vida académica y finalmente no obtuviera su título por no superar una de las asignaturas, por diferentes razones, entre ellas, el hecho de que la relación personal alumno-profesor se "enrareciera" y el profesor ejerciera un poder excesivo y poco razonado (y razonable) sobre el futuro de un alumno.
Las sociedades avanzadas tienden a ampliar los derechos de los estudiantes. Era una realidad ya en otros ámbitos educativos, como en todas las universidades, en España y fuera de ella. Su carencia ponía en clara desigualdad o desventaja a los estudiantes de música y artes escénicas.
Una administración que invierte tanto esfuerzo en la formación de los futuros profesionales del arte de este país no podía dejar de atender esta realidad. Era más una cuestión administrativa y de voluntad por parte de las instituciones que de otra índole porque no había ningún impedimento legal que lo limitase. Esperamos que esto se extrapole pronto a los estudiantes de otras comunidades autónomas. Opino que los profesores que abusaren de su autoridad van a tener que replantearse sus argumentos.
Os dejo la resolución en la que encontraréis las condiciones en las que se puede realizar este tipo de evaluación (anexo V).