Es el subtítulo del libro "En el transcurso de la interpretación", una perífrasis que viene a definir el acto de improvisar, lo que puede suceder mientras se interpreta. Una interesante recopilación de artículos a cargo de los editores Bruno Nettl y Melinda Russell, dos autoridades en la materia, profesores de música ambos, traducido perfectamente por Barbara Zitman, publicado originariamente por The University Chicago Press, en 1998 y en castellano desde 2004 en Ediciones Akal, dentro de la colección "Musicología".
Como el primero explica en la pág. 23 de la introducción, la colección no pretende ofrecer una panorámica de la improvisación en las distintas músicas de nuestro planeta, tanto antiguas como actuales. Sí, en cambio, se ocupa de un selecto grupo de casos que hacen de sus 372 páginas un volumen imprescindible para los amantes de la reflexión sobre el arte efímero por definición, pero no por ser variaciones de presión en esencia el sonido, inasible ni objeto de estudio, debate y reflexiones teóricas.
Paso a glosaros/reseñaros este clásico de la bibliografía sobre la materia. Estructurado en tres grandes bloques,
-uno primero más conceptual, del que destacaría el artículo de Jeff Pressing sobre el propio uso del conocimiento, la memoria, etc... para permitir actuar al improvisador en niveles más elevados (a mayor control mayor libertad, podría decirse, o como se atribuye a Beethoven la idea de que primero es preciso conocer las reglas para poder romperlas posteriormente:).
También interesante el siguiente artículo, de R. Anderson Sutton, sobre la improvisación en la música Javanesa y Balinesa del gamelán, que tanto influyera a músicos como, por ejemplo, Debussy, que acaba demostrando que hay menos improvisación de lo que se supone, aunque los intérpretes sí conserven cierto grado de margen, tal y como sucede en otras músicas populares, como por ejemplo, el flamenco, donde hay unas estructuras básicas, de todo tipo, reconocibles sobre las que todos los cantaores acaban recurriendo. No está reñida la forma más o menos definida con niveles de improvisación particulares...
-un segundo bloque abarca artículos que rozan la improvisación como música y en la cultura, del que me parecieron especialmente interesantes los capítulos escritos por Ingrid Monson que trata las singulares teorías armónicas de George Russell, -vid. págs. 147 a 150- sobre las relaciones acorde-escala, -"un acorde tiene (una) escala" que dieron paso a un jazz más modal, con menos acordes y precisamente mayor fluctuación melódica por el uso de diferentes modalidades sobre la misma base, y su influencia en músicos como Miles Davies, Bill Evans o John Coltrane, sobre todo analiza este último.
-un bloque final con estudios sobre artistas concretos, de los cuales me parecieron excelentes el escrito por V. Woodring Goertzen sobre la improvisación en la carrera de Clara Schumann y su intento de plasmarla al final de su vida en los preludios, así como la influencia de los ejercicios de su padre (que da cabida al trabajo de esquemas armónicos modulantes) y del tratado sobre improvisación, op. 200 de Czerny. Me parece suficientemente esclarecedor la frase de su marido Robert Schumann "no improvises demasiado (...) adopta siempre la resolución de anotar todo inmediatamente" :) es decir, la improvisación como germen de la composición escrita. Cuánto valor tiene pues!
Así como también me pareció espléndido el estudio de L. Gushee "La improvisación de Louis Armstrong", a cargo un brillante texto que creo de referencia sobre la materia, muy completo y agudo sobre uno de los iconos del jazz de su momento, una figura representativa por unir muchas influencias, como concluye "parece poco probable que cualquier otro músico de jazz de la época hubiera podido ocupar su lugar".
El volumen trata muchos otros temas con rigor y profundidad, como la improvisación en las músicas árabes, afroamericanas, latinas de baile, en el canto lírico italiano, en la ópera cantonesa, en la música india, en Miles Davis... Muy recomendable para quien desee profundizar en muchas bases teóricas del etéreo, casi espiritual (como se indica en el artículo sobre Coltrane) pero no por ello menos aprehensible mundo amplio, si no infinito, de la improvisación musical.