En defensa de la palabra "ocurrencia"

Últimamente oigo mucho, demasiado a mi juicio, en televisión usarse esta palabra, sobre todo por políticos y también algunos periodistas e intelectuales, siempre inadecuadamente y con un cariz despectivo, con un uso peyorativo, asociándola a connotaciones negativas como algo irreflexivo, malo, carente de valor, sin lógica...

Según el diccionario Word Reference una ocurrencia no es más que: 

1. f. Idea inesperada y repentina:
a las cuatro de la mañana tuvo la ocurrencia de ponerse a cocinar.
2. Dicho o hecho ingenioso y original:
¡está empezando a hablar y tiene cada ocurrencia!
3. ling. Frecuencia de uso de una palabra o construcción sintáctica:
las preposiciones tienen un índice de ocurrencia muy elevado.


Igual que hice en un post anterior sobre las palabras creatividad e improvisación quiero hoy romper una lanza por un uso más consciente y positivo de esta bella palabra para que la asociemos a sus verdaderas posibilidades: gracias a que a personas visionarias tienen ideas nuevas esto se puede convertir en una transformación del mundo hacia cotas de más felicidad. 

Ejemplos de ocurrencias maravillosas fueron los post-it, el palo de la fregona, el palo del chucpachups, los cucuruchos, ir hacia las indias por el camino opuesto, la redondez del planeta y todas las serendipias que podamos imaginar...

Es decir, abogo para que se asocie la palabra ocurrencia a lo ingenioso, lo repentino, lo original, en suma, lo creativo, que no por el mero hecho de serlo ya es negativo por sistema!!

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Musicógrafo influencer. Distinguido en Global Music Awards (EEUU). 1er Premio Concurso Piano Maestro Serrano. Especializado en Falla. Estrena Improvisaciones Albéniz y Granados (Boileau). Revistas: Música y Educación, Allegro, Ad Libitum, Polifonía y ArtsEduca. Coautor: 29 Maneras concebir silencio (Univ. Jaume I), Canto Natural (Bromera). Coord: Los poetas ante la música (Bubok). Autor: Piano Creativo (Rivera), Piano Español (Lulú) y Aprende a Improvisar al Piano (Redbook)

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