Para mí el humor en la improvisación me viene por distintas
vías; a veces un compañero hace algo que me da alegría, o simplemente se
crea una atmósfera divertida, aunque profundizando más en lo que sería
tal vez más parte de lo humorístico o chistoso, yo lo vivo a través de
una pequeña cita a la melodía de otro tema, bien sea del propio
repertorio jazzístico como de cualquier tipo de música, incluso algo muy
comercial.
Otras veces simplemente me río de mí mismo, al haber querido
crear una frase y en su lugar ha surgido otra, o lo que es mas gracioso
todavía, a veces la mente se queda en blanco y se crea un espacio, el
silencio, y te das cuenta de su importancia.
Casi siempre canto, a mi
manera, lo que toco, y realmente me viene bien porque cuando me falta el
aire sé que es el momento de guardar silencio...y claro, me río. Por
desgracia, uno no siempre se siente inspirado y cuando es así, no
siempre te ríes, pero cuando te sientes realmente inspirado te ves como
un espectador de ti mismo, y eso...¡eso sí que da alegría!
¡En fin!,
creo que podría contarte muchas maneras de contarme o contarnos chistes
musicales, pero a veces pasa tan rápido que apenas te da tiempo a
pensarlo y mucho menos a recordarlo.