Hoy posteamos una entrevista a un pianista genial por su finura, su adecuación, su polifacetismo, su saber hacer en suma. Tuve el gusto de conocerle hace décadas personalmente y es un placer para mí compartiros su testimonio.
Le veréis constantemente en giras con artistas importantes y en televisión. Aún así: no le perdáis nunca de vista, o debería decir, de oído:)
Le veréis constantemente en giras con artistas importantes y en televisión. Aún así: no le perdáis nunca de vista, o debería decir, de oído:)
Ha tocado junto a grandes músicos... ¿Qué recuerdos musicales tiene de ellos, cómo resuena en su audición interior ahora mismo su manera de improvisar?
Ciertamente he tenido la fortuna de tocar junto a grandes músicos y aprender de ellos desde muy niño. Mi etapa de aprendizaje fue preciosa, guardo unos recuerdos fantásticos de esa época de mi vida, estaba embriagado de información por todos lados, a todas horas. Estudio individual, en bandas, producciones… era espectacular.
Guardo recuerdos de muchos músicos, amigos que me enseñaron que el Jazz es una filosofía de vida, amigos que me enseñaron el oficio.
A mí me gusta especialmente el romanticismo en la música, como arreglista, como compositor y como solista. Me gustan estilos como el Blues, el Soul y el Be pop , me apasionan las blue notes y el concepto inside algo más que el outside en cuanto a improvisación se refiere (aunque también me gusta este último). Me enloquece el toque de Eliane Elias (abusando de las blue notes, como debe ser jejejeje) y el romanticismo de Fred Hersch, el toque “blusero” de Frank Gambale, por supuesto el de George Benson y Pat Metheny, la manera de cantar con el saxo Kirk Whalum, y por descontado los clásicos como Bill Evans, Keith Jarrett, Charlie Parker, John Coltrane, etc…
Cuéntenos, por favor, alguna anécdota que le haya sucedido durante algún concierto
¡Hay muchísimas anécdotas! Imagínate, acabo de hacer 30 años dando vueltas por el mundo con unos y otros. ¡Dios santo! Qué cantidad de historias... buaffff!!!!
Tuve una época de transición entre el mundo de las orquestas de baile y el acompañamiento a artistas en la que hacía las dos cosas, y me metía unas palizas de kilómetros brutales. Venía de pasar una semana haciendo ferias bajándome de una furgo para montarme en otra, ¡una locura!
Una vez, estaba tan tan cansado que puse el piloto automático y di una cabezailla de unos cuantos segundos tocando. Lo curioso es que no dejé de tocar. Era con un artista con el que llevaba 12 años tocando y tenía el repertorio tan automatizado que, ya os digo... "piloto automático mode on!"
Por suerte, ahora tengo algo de más calidad de vida laboral y voy más descansado a currar, (y también me gusta más la música que hago ahora, pero sssshhhh).
¿Podría retrotraernos a sus diez años y contar a nuestros lectores cómo trabajó su creatividad melódica?
Bueno yo, aunque estudié solfeo y técnica de piano en el conservatorio, soy prácticamente autodidacta en cuanto a armonía se refiere, y apliqué la terapia de choque (nada premeditado, era todo instintivo). Montaba standards y, como además empecé a trabajar muy jovencito (a los 13 años) en orquestas de baile, esta fue una magnífica escuela que me hizo ser muy versátil estilísticamente hablando ya que también tenía que tener en mi repertorio temas populares de muy variados estilos, desde el tradicional pasodoble al tema de moda que estuviera pegando en ese verano. El caso era que estaba constantemente aprendiendo acordes, estilos y conceptos. Todo este bagaje me sirve hoy día para acompañar a David Bustamante, Martirio y a Alex O'Dogherty (pop, flamenco-jazz y música teatral respectivamente).
En definitiva, el único truco que hay para medio controlar el instrumento es tocar, tocar y tocar, pero muy mucho.
¿Qué ejercicios realizaba al piano para desarrollar ese vocabulario musical tan amplio?
Transcribir solos. La transcripción es fundamental, el análisis de la armonía, saber qué es lo que está pasando en lo que oyes es vital. Yo sería incapaz de tocar sin saber si lo que estoy tocando es la 7ª ó la 9ª de un acorde, necesito tener control absoluto de lo que toco.
También tengo la suerte de que mi gusto abarca muy diferentes estilos, me gusta prácticamente todo (lo que esté bien hecho, claro está), escucho clásico, jazz, flamenco, pop… De todo se aprende mucho, se termina construyendo un foso melódico y armónico que después, a la hora de poner las manos en el piano, te sirve.
¿Es para vd. diferente acompañar voces e instrumentos? ¿En qué consistiría esta diferencia?
Pues yo creo que no suelo diferenciar mucho, si acaso, trato de tener en cuenta la manera de armonizar ya que puedo hacer “descarrilar” al cantante, así que si acaso eso, no me "desmeleno" tanto como cuando acompaño a un saxofonista o a un trompetista, pero por lo demás… creo que poca diferencia.
¿Cuáles son sus próximos proyectos?
Como decía anteriormente, en la actualidad voy de gira con Bustamante, Martirio y O’Dogherty, además, también hago arreglos y grabo teclados (casi siempre ya, por suerte, desde casa vía Internet) y también estoy preparando algunos proyectos personales que me ilusionan especialmente de los que tendréis noticias en breve.
¿Y su disco favorito?
Mi disco favorito? Pffffffff… Esa es una pregunta muy difícil! Hay tantos grandes discos que decidirte por uno es complicado, pero mira, hay uno de Keith Jarrett a piano solo que se llama “The melody at night, with you” me tuvo enamorado mucho tiempo, aparte, tiene un significado sentimental muy especial para mí. El “Time remembered” de John McLaughlin me encanta, y por supuesto podría decir que casi cualquier trabajo del maestro Bill Evans.
¿Qué recomendaría a los que se inician en el mundo de la improvisación musical?
Les recomendaría por un lado que hicieran especial hincapié en el transporte, tener absoluto control de la armadura es IMPRESCINDIBLE para improvisar, el objetivo es controlar por igual cualquiera de los doce tonos. Y por otro, oír música, ya que esta es un idioma, y los idiomas como mejor se aprenden es oyendo “hablar” ¿no? Pues esto igual, oír, oír, y oír para entender el lenguaje, el fraseo, el “touch”, los trucos armónicos que usan los maestros…
Hay que oír música, y ni que decir tiene que sea ¡DE LA BUENA!
Invitamos a los lectores a conocer más de su obra en su web:
www.jesuslavilla.es