13. Los alumnos tienen su propio ritmo y no hay que prejuzgarlos
anticipadamente. Por ser alumno de determinado profesor no por ello va a
tener mejores competencias. Hay que evitar usar el efecto de halo por
el cual se es o sólo bueno o sólo malo en función
de la mentalidad de quien emita estos juicios totales y simplistas.
14. Si se dan casos de alumnos que progresan "a pesar del profesor", o
sea, en cualquier condición o entorno, pregúntese si es por la eficacia
del centro o por la propia "fuerza" mental del alumno, por su capacidad y voluntad a prueba de fuego...
15. Los alumnos son suyos propios, no son propiedad de ningún profesor y
el profesor nunca debe fomentar una relación de dependencia.
16. Los aciertos y los errores de los alumnos son suyos y no comprometen
la competencia profesional del profesor necesariamente. Por lo tanto el
profesor no debe vincular excesivamente y unívocamente el éxito del alumno al suyo ni
lo contrario.
17. Los profesores sanos emocionalmente no necesitan utilizar el "poder" de
la nota ni "vengarse" en exámenes de tribunal contra otros profesores a
través de los alumnos de estos.
18. El cambio es consustancial a la vida de un centro. Los ambientes
involucionarios y estáticos están condenados a estar fuera del s. XXI.
Los procesos de mejora aparecen si se desea cambiar.
19. Los profesores tienen derecho y casi deber de investigar en el aula
sobre sus propios procesos educativos para poder mejorarlos. Cada aula
es un sitio donde experimentar y corroborar propuestas educativas
innovadoras. Todo lo comprobado no siempre funciona
en todas las circunstancias ni para todos los alumnos y la innovación
educativa es necesaria para poder llegar a todos los alumnos.
20. En los centros educativos sanos se puede discrepar y expresar
opiniones diferentes que enriquezcan a la comunidad. El silencio muchas
veces puede ser síntoma de falta de democracia, de mirar para otro lado,
por haber miedo entre los componentes de la comunidad.
21. Una enseñanza divertida no se hace larga, pesada ni tediosa. Si un
grupo de alumnos manifiesta sentirse cansado, amargado, aburrido, es
posible que falle la metodología empleada.
22. El centro del s. XXI no es indivualista, no se trabaja "cada uno a a
lo suyo" sino que es un grupo cohesionado e integrado que trabajan por
objetivos comunes y elevados, es decir, tienen una misión conjunta y
clara. El compañerismo es real, no sólo escrito
ni aparente.
23. Conocer cómo lo hacen otros en el mismo centro enriquece la propia
práctica pedagógica. Un centro donde los alumnos no vaya escuchar a
otros alumnos esta fomentando que se produzcan camarillas o ghettos.
24. Se sustituyen los pensamientos del tipo "si no estas conmigo estas
contra por mí" por "no hacemos lo mismo pero te respeto y valoro tu
diferencia".
25. Busca la musicalidad, la expresión, el objetivo de la enseñanza musical no es tocar más rápido que otros
ni mas fuerte... Hay que saber tocar fuerte bien, no bien fuerte...