Continúa su título: "Técnicas básicas para dominar el escenario", es un nuevo libro de Rafael García en la editorial Robinbook a la que volvemos a felicitar por su creciente línea de excelentes manuales practicos para melómanos. Anteriormente habíamos reseñado aquí otra interesante obra del mismo autor. Hoy os quiero hablar de esta primicia editorial.
Los estudiantes de música a veces se quejan a sus profesores con estas palabras concretas "en casa me sale mejor". Y no cabe duda que el cambio de "escenario" del cómodo salón de nuestro hogar, del lugar que mentalmente asocian como seguro simplemente por cotidiano, no "peligroso", al aula o a la escena (sea una simple audición o un importante concierto), esa diferencia en el entorno psicológico hace que muchos realmente magnifiquen ciertas ideas y les pueda llevar a "perder" un importante tanto por ciento de eficacia musical.
Temas tan interesantes, algunos que ya hemos traído a colación en este mismo blog, como el mindfullness, tocar con el corazón, el miedo escénico, la concentración, el fluir, las técnicas de estudio, el disfrute, la respiración, etc... son amplia y claramente abordados en este práctico libro, que está escrito de una manera muy clara, muy gráfica, con muchos esquemas, y que ofrece en cada capítulo resúmenes de ideas clave.
Especialmente genial el capítulo en el que aborda la gestualidad, abogando por la naturalidad, la flexibilidad... Padecemos en ciertos ámbitos de la enseñanza musical una especie de epidemia secular de rigideces, de tensiones... Espero que este libro sirva para abrir mentes a aquellos docentes que aún continúan alimentando esta bacteria dañina para los músicos y la propia música.
Salpicado de citas y enseñanzas de maravillosos intérpretes como Arthur Rubinstein, Alicia de Larrocha, Asier Polo, David Apellániz (aprovecho para mandarle un saludo desde estas líneas) y un largo etc... que lo hacen más atractivo por lo anecdótico y humano.
Este libro será muy útil a aquellos estudiantes de música e incluso músicos en activo que quieran aprender a redirigir su mente hacia modelos de pensamiento más positivos, más "sanos"; las palabras van conformando la mente, que es, tautológicamente, esencialmente lingüística (hasta los matemáticos piensan los números con esta estructura ancestral de configuración del cerebro), los músicos hacen bien en revisar constantemente los esquemas de pensamiento al respecto de su profesión, porque pueden verse enjaulados en una celda mental y no verla de grande que es (por ser la propia y faltarle esa perspectiva diferente).
Este libro se dirige en cada capítulo de una manera sencilla y directa a la auto-interrogación del lector sobre los temas tratados y os será muy efectivo (parafraseando su título;) por eso lo recomiendo con entusiasmo.
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