El libro sobre Pilar Bayona, subtitulado "Su entorno pianístico y su estilo interpretativo", editado por la Institución Fernando el Católico, sin duda alguna una de las mejores pianistas españolas de todos los tiempos, será una referencia a partir de ahora para los estudiosos, o simplemente curiosos, de la biografía y de su estilo pianístico, por su claridad expositiva y tanta aportación de nuevo conocimiento sobre la intérprete.
Siempre he pensado que, por su manera de tocar, limpia, con influencia francesa, muy bella, pasional y sincera, merece más reconocimiento nacional e internacional, en la forma que sea, nuevos libros, película, una serie de tv, reediciones de sus grabaciones, etc...
En esta página ya aparece citada cuando dediqué una ficha al estudio de una de sus interpretaciones de música española en uno de mis ebooks, Piano Español, en el cual resalté su exquisito rubato melódico y estructural, su matización sencillamente preciosa y plena de emoción y cantabilidad, concluyendo que su estética pianística era una modélica forma de pensar y sentir el instrumento de alguien nacida hace ya más de cien años.
La interpretación de Pilar Bayona de Evocación, ese pórtico a la monumental Iberia de Albéniz, que tocó completa (se dice pronto) en concierto en cuatro ocasiones y fue una de las primeras pianistas en acometer la grabación íntegra (1955, aunque sólo se editaran siete de sus piezas), con su tempo movido, es para mí ejemplar y ejemplarizante del estilo albeniciano vivo, el que era propio de su contexto.
No poco debe haber influido el haber sido alumna de Ángeles Sirvent, quien a su vez lo fue de Malats, contemporáneo e íntimo amigo de Albéniz, cuyos rubatos melódicos son muy similares si comparamos las escasísimas grabaciones que nos han llegado de ambos, que os dejo enlazadas.
La interpretación de Pilar Bayona de Evocación, ese pórtico a la monumental Iberia de Albéniz, que tocó completa (se dice pronto) en concierto en cuatro ocasiones y fue una de las primeras pianistas en acometer la grabación íntegra (1955, aunque sólo se editaran siete de sus piezas), con su tempo movido, es para mí ejemplar y ejemplarizante del estilo albeniciano vivo, el que era propio de su contexto.
No poco debe haber influido el haber sido alumna de Ángeles Sirvent, quien a su vez lo fue de Malats, contemporáneo e íntimo amigo de Albéniz, cuyos rubatos melódicos son muy similares si comparamos las escasísimas grabaciones que nos han llegado de ambos, que os dejo enlazadas.
Me he alegrado mucho de ver que he logrado contagiar la pasión por la música española cuando en la página 159 se cita a una de mis más queridas alumnas, compañera ahora de trabajo en mi centro, Teresa Forcada, sobre cuya investigación explica que "entre los pocos estudios que hay sobre el repertorio de Pilar Bayona se encuentra un trabajo de Teresa Forcada en el que revela, cuantitativamente, que Pilar Bayona dio a conocer prácticamente todas las obras de Debussy y Ravel en España.
El estudio revela también que difundió prácticamente toda la literatura pianística española relevante, interesándose especialmente por las últimas novedades de los compositores coetáneos a lo largo de toda su trayectoria artística, dando a conocer su obra, en primeras audiciones, por todo el territorio español, especialmente la obra completa de Óscar Esplá."
Estar al tanto de la vanguardia musical de su tiempo desde su Zaragoza amada a través de la suscripción a la editorial francesa Durand es muy loable hablando de una pianista que tuvo la mala suerte de vivir en la época funesta de las dos guerras mundiales y la española.
Pianista feliz en su ámbito, sin grandes ambiciones, en palabras de E. Lasheras (pág. 63): "la meta, muy legítima, de ´hacer carrera´, no fue nunca el norte de orientación de su vida artística. En general, así lo manifestó ella misma, nunca se ofreció o pidió dar un concierto. Sólo tocó en público cuando fue requerida para ello. Y las muy pocas grabaciones que hizo en disco fueron también por invitación o mediación voluntaria de otras personas."
Es decir, nos hallamos ante un "espíritu libre", muy típico de los habitantes de esa bella comunidad autónoma que es la aragonesa, natural como sus paisajes y como su propia técnica pianística, que el autor analiza y desgrana con pulcritud científica, bien sea basándose en espectrogramas de su fonografía o las propias fotografías que ha podido recopilar.
Como expresa Rubén Lorenzo en la página 94 "debido a su talento natural y su infalible intuición musical, que encajados en un sistema -necesario generalmente para casi todos los aspirantes a instrumentistas-, se habría sentido faltos de oxígeno" (sic, la negrita es mía). No puedo concordar más con él.
Ante la aparente ausencia de grabaciones de Pilar Bayona en Youtube, para hacer este post he tenido que desempolvar mis radiocasettes portátiles, también antiguamente conocidos por walkmans, uno Sanyo Stéreo GP25 y un Aiwa TP-510, porque el motor del anterior apenas rebobinaba :) y he vuelto a escuchar la casette, tape o "cinta" que conservo hace décadas del Servicio de Partituras, Registros sonoros y Audiovisuales de la Biblioteca Nacional de España (grabación que me realizaron de manera legal, por fines de investigación).
He vuelto a disfrutar de su gracioso El Albaicín, de su Eritaña salerosa, de su idiomática versión de El Polo... y como común denominador de todo lo que escuché interpretado por ella diría que es una auténtica poeta del piano, pura poesía su fraseo. ¡Y su Ravel es único!
Os he dejado salpicados entre el texto algunos vídeos que glosan su trayectoria o con testimonios de sus alumnos, o la curiosidad de la Navarra albeniciana completada por ella en la interpretación de Miguel Baselga.
¡Felicidades a la editorial y al autor
por este libro que era tan necesario!
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