Metodologías educativas que favorecen el desarrollo de las fortalezas personales


Los enfoques socio-constructivistas


Es el enfoque que estudié y practiqué cuando realicé la carrera de magisterio. 

Recuerdo haber puesto en pie en la fase de prácticas en un colegio un proyecto sobre investigación sobre “las distintas maneras de comunicarse” (entonces aún básicamente teléfono tradicional -no móvil-, carta, fax, postal, etc… :) en 3er curso de lo que ahora es Primaria y que los niñ@s se convertían en protagonistas del proceso de enseñanza-aprendizaje. 


Se hizo una exploración de sus ideas previas, investigaron y construyeron aprendizaje significativo. 


Lo recuerdo como lo que para mí era una auténtica revolución educativa, con el niño en el centro del proceso, no como una tabla rasa en la que “introducir conocimiento”, sino como artífices, los que elaboraban el conocimiento, lo construían, dentro de su zona de desarrollo próximo.

Creo que los resultados fueron importantes, en el sentido de que no realizaron las típicas actividades pasivas de escucha, sino que fueron activos en la construcción de su propio aprendizaje, fueron proactivos.

Globalización e interdisciplinariedad

Un no educativo a las asignaturas entendidas como cajones separados.

En mi caso (enseño en conservatorio) lo he podido llevar a la práctica cuando he colaborado con otros profesores de otros departamentos e incluso instituciones (otros instrumentos del conservatorio más institutos). 

Los beneficios fueron incontables: ver más allá de la propia asignatura, colaborar con otros músicos, incluso antes de que lo propone oficialmente el currículo (una manera de hacer música de conjunto antes de la asignatura de “música de cámara” y de una manera “real”, ante público de estudiantes de música de instituto), es fundamental, opino.

Les ayudó mucho a minorizar el llamado trac o miedo escénico, la práctica constante (una audición trimestral dentro del marco de un cuento o narración, con proyecciones incluidas) dentro de un contexto más grande donde se relacione lo aprendido en unas materias con otras opino que contribuye mucho a lo comentado, a rebajar cierto grado de ansiedad ante el escenario.

Me parece totalmente necesario y básico. 

Los proyectos de trabajo

Lo veo interrelacionado con el constructivismo, al menos en la manera práctica en que la apliqué en el ítem inicial, la diferencia la encuentro en el contexto real del aprendizaje.

También lo veo relacionado con la experiencia que describí en el ítem segundo. 

Trabajar por un proyecto siempre es más ilusionante que trabajar por trabajar, que hacer “porque toque hacer”, lo cual, lo anterior le quita casi todo el sentido.

Que los alumn@s vivencien el “para qué” es fundamental para que le encuentre significado al propio proceso.

Me parece crucial también, como indica el texto como talleres “para el refuerzo de determinados aprendizajes que no quedan bien cubiertos”. 

En mi aula, lo usé en una asignatura optativa de propia creación para los dos últimos cursos de enseñanzas profesionales de piano, “Evolución de la Interpretación Pianística”, en los que los alumnos investigaban y elaboraba la información en sentidos como: los pianistas actuales, los métodos de enseñar el piano, etc…

El trabajo por tareas

Con situaciones más próximas a la realidad, definida como “propuesta de trabajo aplicada en un contexto real, que se concreta en un conjunto de actividades”.

Intento cuando explico un concepto “técnico” abordarlo desde diferentes perspectivas y puntos de vista, de manera que se convierta en una tarea estructurada a la que puedan recurrir los alumn@s en su estudio individual.

El piano, por su propia naturaleza, tiene mucho más que ver con el conocimiento práctico, con los procedimientos, con el ejercicio y la planificación del mismo de manera que la secuencia de actividades para llegar a conseguir un determinado resultado es importante.

El alumn@ debe aprender a ejecutar en un determinado orden los ejercicios y al mismo tiempo ser capaz de variarlos, de aportar nuevas variantes.

La mera enseñanza del piano es esencialmente de componente práctico. La teoría (escasa), o los conceptos, mejor dicho, siempre van vinculados a la práctica. 

Realizar tareas de manera lógica, secuencial, a la hora de estudiar el piano es una de las premisas, igual que en el deporte, salvando la comparación.

El aprendizaje colaborativo o cooperativo


Trabajando por equipos, normalmente de cuatro o cinco miembros y a ser posible heterogéneos.


Lo veo muy factible para la clase de conjunto de piano (donde se pueden realizar dos grupos por la ratio de esta asignatura).

Hay que tener en cuenta que la asignatura propiamente de piano es de ratio individual por ley.

Hay experiencias similares ya, como la de la Sant Andreu Jazz Band de Joan Chamorro, que han demostrado su efectividad ampliamente porque los mayores ayudan a construir conocimiento a los más pequeños y los pequeños ven el proceso y el camino que les queda por andar pero que es factible y alcanzarán con el trabajo.

Estoy convencido de algo: que habría que potenciar esta metodología en los conservatorios.

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Profesor pianista experto en improvisación multi-estilos (modernos, clásicos y populares) y música española. Musicógrafo. Distinguido en Global Music Awards (EEUU). 1er Premio Concurso Piano Maestro Serrano (Palau de la Música, Valencia). Especializado en Falla. Estrena Improvisaciones Albéniz y Granados (Boileau). Revistas: Música y Educación, Allegro, Ad Libitum, Polifonía, ArtsEduca. Coautor: 29 Maneras concebir silencio (Univ. Jaume I), Canto Natural (Bromera). Coord: Los poetas ante la música (Bubok). Autor: Piano Creativo -2 volúmenes- (Rivera), Piano Español (Lulú), Homenaje a Tomás Bretón (Boileau), Aprende a Improvisar al Piano (Redbook)

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