Mi experiencia con el método Suzuki: La importancia de la práctica diaria, por Jorge Alborch, autor invitado

Ya os he hablado de los principios y filosofía del método Suzuki, y ha quedado claro que es un método diferente, atractivo para los niños de temprana edad, y que crea vínculos entre padres e hijos.

Pero si hay una cosa que no hay que olvidar es que en todas las metodologías es necesario practicar en casa, si no, como dice la frase: “milagros a Lourdes”.

Un compañero mío profesor de violín me comentó que una vez tuvo un alumno que no le funcionaba demasiado bien, sin embargo de sus clases siempre salía con la lección aprendida y entendida, pero a la semana siguiente cuando volvía a tener clase con él siempre le tenía que volver a explicar todo de nuevo. Al final de curso, cuando habló con su madre para explicarle que no entendía que avanzara tan lento,  le hizo una pregunta: ”¿su hijo estudia en casa el violín?”, a lo que la madre sorprendida le dijo: “Ah! ¿Pero es que había que practicar  en casa?”

Aunque en principio se pueda pensar que la culpa es de la madre por no saber que hay que practicar, en realidad, la culpa era de mi compañero porque no le había explicado a la madre del alumno de qué manera funcionaba el estudio del violín para que el aprendizaje fuese satisfactorio, y lo digo porque no hay que dar nada por sentado, éste es el primer punto a tener en cuenta.



Yo siempre recomiendo a mis alumnos que confeccionen un horario de sus actividades diarias, incluyendo tiempo libre, y que cuando lo tengan confeccionado, se fijen en cuantas horas sin asignar tareas tienen, y entonces acuerdo con ellos un tiempo de estudio semanal, dividido entre todos los días, y hay que hacerles entender que la práctica del piano va a formar parte de su rutina diaria a partir de ese momento y tienen que ser lo suficientemente responsables para cumplir lo que han escrito (en el caso de alumnos Suzuki, ese control lo deben llevar a cabo los padres).

Pero a veces los padres me comentan que sus hijos no quieren estudiar piano en casa o les cuesta mucho que lo cumplan. Yo opino que la mejor solución está en dar ejemplo uno mismo.

Si un padre no le gustan las verduras, su hijo probablemente no comerá verduras, por tanto si quieres que tu hijo estudie, el mejor ejemplo como padre es que te vea practicar piano en casa, así seguramente le entrarán ganas de practicar a él también.

Por último, hay padres que sí estudian, pero los hijos siguen sin querer estudiar, en ese caso hay que replantearse la estrategia para que se sienten a practicar, esto es, si a tu hijo no le gustan las verduras, habrá que probar a triturarlas y mezclarlas con un quesito o hacerle un pastel de verduras con bechamel, disimularlas un poquito.

En la práctica del piano lo mismo, no pretender que se siente sin más, darle alguna motivación extra siempre ayudará, como por ejemplo enseñarle alguna canción que le guste mucho para introducirlo a la práctica, o ir poniendo gomets (pegatinas) verdes en una cuaderno si se esfuerza por mejorar ciertos pasajes, y dar algún tipo de premio material o no material (leerle un cuento, llevarlo al parque, al cine, etc) cuando tenga 3-4-5 gomets.

+Contenidos

Mi foto
Musicógrafo influencer. Distinguido en Global Music Awards (EEUU). 1er Premio Concurso Piano Maestro Serrano. Especializado en Falla. Estrena Improvisaciones Albéniz y Granados (Boileau). Revistas: Música y Educación, Allegro, Ad Libitum, Polifonía y ArtsEduca. Coautor: 29 Maneras concebir silencio (Univ. Jaume I), Canto Natural (Bromera). Coord: Los poetas ante la música (Bubok). Autor: Piano Creativo (Rivera), Piano Español (Lulú) y Aprende a Improvisar al Piano (Redbook)

La brújula del canto