Adelantándose al futuro

Hoy he asistido a una de los momentos más interesantes de mi vida. Ángel Arboníes, un experto en Innovación, Conocimiento y Colaboración nos ha trazado un mapa que indica "de dónde venimos" y "a dónde vamos". Y con bastante exactitud, a mi juicio. Porque a las personas con conocimiento hay que prestarles mucha atención, para adelantarse a los tiempos y no que estos te adelanten a ti :)
                                 
Con el título sugerente de Crisis, capitales financieros y sociedad del conocimiento, Ángel Arboníes nos ha hablado en el Centro Europeo de Empresas Innovadoras de Castellón, en la C/ Guinjols. Os recomiendo encarecidamente los artículos de su web: www.angelarbonies.com (ENLACE-PULSA AQUI) en especial "Cinco temas clave en la gestión del futuro". Por cierto, animo a todos aquellos que están en los ámbitos docentes y artísticos a dejarse caer por este tipo de encuentros, si realmente les interesa saber qué pueden hacer para mejorar o consolidar sus posiciones actuales.

En su aplaudida intervención nos ha dejado muy claro, entre muchísimas otras ideas muy importantes, cómo ya estamos en una nueva era social, no la de los recolectores, ni agrícola, ni industrial, sino la del conocimiento, en la que ya sabemos hasta cómo conocemos, lo cual nos da un privilegio, que podemos aprender cosas diferentes y nuevas, desaprender lo aprendido y... volver a aprender, siendo ahora lo valioso aquella persona que genera ideas, bits, información, creatividad intercambiable porque tenga valor. Es decir, tenemos que ser inteligentes para no heredar un lastre de las generaciones pasadas (ese tipo de razonamientos que nos han inculcado, que no son nuestros, los memes que han sobrevivido, esa especie de "genes culturales", que algo se hace "porque es así, siempre ha sido así" que ya no son suficientes)... 

Antes se acumulaban objetos como manera de demostrar status. Ahora es superior quien es capaz de "dar" mejor información, conocimiento, de generar ideas de valor para los demás. Lo que no se da ahora se pierde. Es el final para aquellas personas cuyas posturas de base sean esperar a ser reconocidas "guardándose la información", "ocultándola", así como de todas las instituciones que sean inadecuadas en este aspecto, aquellas lentas o que no utilicen a personas inteligentes, aquellas que usen a las personas como elementos sustituibles (y alienables) del sistema en actividades más o menos repetitivas y no creativas, por tanto.

Una pregunta clave para adelantarse a estos diez años, aproximadamente, que asegura que quiere tomarse el entorno financiero para comenzar a remontar para salir de esta zona baja del ciclo económico (pues realmente podría, pero no quiere, no lo "siente seguro") sería "inventemos, sí, pero ¿somos lo suficientemente inteligentes para convertir el conocimiento en progreso humano?". Esto abre un debate ético que por ahora intentan frenar aquellos que pertenecen al modelo actual (realmente caduco, obsoleto, que mira atrás y sólo es cuestión de tiempo para verlo periclitar, como ya ha sucedido en los desarrollos de tantas crisis que han sido estudiadas).

He llegado a varias conclusiones: que es fundamental que aquellas personas que se queden al otro lado de la llamada brecha digital, con un símil muy duro, pero muy real, aquellas que no estén dispuestas a aportar, lo mejor que hacen es no entorpecer a aquellas otras que están protagonizando ya el futuro. 

Opino también que hay personas que tienen posibilidad de aportar "una playa de arena" y no quieren, frente a una multitud que sólo puede aportar un granito, y con la suma total aún "no llegan", esa multitud que les dio poder -y, erróneamente se desentendió-, a quien ha demostrado no merecerlo y que ha observado que no lo han gestionado correctamente debería poder obligar a esa minoría poderosa a hacer lo que tiene que hacer para acortarnos al máximo este "paso por el desierto" de tantos años.

Somos "animales" muy egoístas, tenemos unos genes muy codiciosos, muy negativos que nos han traído a esta situación (y el mundo a partir de ahora se transforma a escala evolutiva de manera inconmensurable, digamos que estamos viviendo el comienzo de una transición a una nueva era, que estamos en el inicio de algo que viene para quedarse muuuuuuuucho tiempo, y lo pasado ya no sirve tanto). Lo seguiremos siendo, seguiremos siendo animales muy avaros y malos (espero que no tanto como para provocarnos nuestra propia destrucción), y quizá nos encontremos, como sucedió tras el crash del 29, aquel momento del que no tenemos memoria directa o experiencial, pero que sabemos que condujo una gran depresión y hasta un conflicto evitable; bastante probablemente nos encontraremos una perspectiva alargada negativa, pero ahora es el momento de, sabiendo esto, dejar las lamentaciones y construirse el mejor de los futuros posibles para todos. En esta confrontación, que no deseo, pero se está produciendo, entre grupos de personas que quieren "sostener lo viejo" y grupos que quieren "transformar, construir lo nuevo" estamos. No puedes ser espectador pasivo, el tiempo te pondrá atrás si tú no aceleras tu paso ahora y avanzas. Los cambios en el modo de vivir, de producir, de consumir y de trabajar están ya aquí. Hasta una persona ciega los "nota". Luego impera la inmediatez, los tiempos son más cortos en esta nueva fase del cambio de paradigma (del cambio de "ola":), lo rápido, ¡actúa ya! ¿Quieres ser cabeza de ratón o cola de león? ¿O pararte y ser cola de cucarachita? :) Con mis respetos, como seres de la naturaleza con derecho a existir, a estos antipáticos acompañantes :)

Los europeos seguiremos a la cola frente a los americanos en cuanto a conocimiento (un ejemplo muy gráfico es que me es muy difícil si ahora lo intento ganar a Phelps a nadar, mientras más practique, más mejora él -dado el camino que ya ha recorrido- pero sí quizá le gane al ajedrez :) España lleva mucho retraso acumulado y ahora sólo le queda ponerse a la vanguardia en poco tiempo en aquellos temas en los que podemos competir: gestión del sol, del conocimiento, lo bío, lo eco, lo nano... sin apenas ayuda de los bancos, que, por el momento, seguirán defendiendo empresas obsoletas y no emprendendedoras, digamos que estamos en fase transitoria, en la que "se espera", los bancos esperan, pudiendo no hacerlo, que maduren los nuevos modos de entender este nuevo tiempo o era cuyo modelo está basado en el conocimiento, en el talento, y no en la fuerza de trabajo; nuevos tiempos que por ahora parece que nos traen sólo brotes, sólo indicios, pero algunos serán los árboles grandes y fructíferos de lo que nos espera. 

Yo, particularmente, me niego con rotundidad a ir a la zaga diez años mínimo (porque otros lo hayan decidido), no quiero esperar una década porque otros, que están arriba y toman decisiones con más impacto que las mías, estén acomodados en la frase "no es el momento aún". El gasto en I+D determina y correlaciona directamente el PIB de un país. Invierte en ideas (que no gasto, sino inversión ultranecesaria) y generas prosperidad, y por ende felicidad. Los artistas aquí deberíamos estar en primera línea de la ola (pues siempre lo hemos estado en cuanto generadores de ideas novedosas, de creatividad, de felicidad y de enseñar otras maneras de ver el mundo o la realidad, como por ejemplo, el cubismo o el nacimiento de la ópera). Podemos utilizar toda esa información acumulada y transformarla en nuevas aplicaciones, generar del conocimiento más soluciones prácticas.

A aquellos que trabajamos en ámbitos artísticos no nos  queda otra opción que digitalizar todo lo que se pueda el contenido de nuestras enseñanzas para así dar más valor a aquello que no se puede digitalizar, lo presencial, así como debemos poder hacer entender a la sociedad, a los políticos, a los que financian las nuevas investigaciones, etc... que el trabajo artístico en cualquiera de sus facetas (visual, auditiva, etc...) es un factor clave para el futuro: nos permite conocernos mejor a nosotros mismos y potenciar nuestras facultades (esenciales) creativas, aquellas por las que seremos imprescindibles. Veo un futuro posible de personas que se engrandecen y pueden vivir generando conocimiento para todos, intercambiando ideas con valor,  como bien nos ha enseñado, entre otros, sir Ken Robinson. Los docentes, por ende, nos convertiremos en piezas fundamentales, ya que "lo que viene" estará basado en el flujo de ideas. La ignorancia no nos vale, de hecho es lo que nos ha traído hasta aquí, es el momento de que cada uno tome conciencia de qué parte del problema ha sido y qué parte de la solución es ahora y será en el futuro. Ahora somos nosotros mismos actores de lo que sucede, cada uno en su parcela, y responsables de lo que, en nuestro particular ámbito de actuación, está por venir.

Quiero hacer especial hincapié en que la tendencia en los sistemas educativos ha sido, y por el momento se ve que va a seguir siendo, crear personas competentes en matemáticas y lengua cuando se debería precisamente cultivar el arte, la creatividad, la imaginación para dotar a las personas de la flexibilidad necesaria para adaptarse (palabra clave para afrontar el futuro) -como obligación ya, es necesario-, saber estar abiertos a los nuevos cambios y saber afrontarlos y poder moldear su propio futuro, no aquel al que nos quieren inducir.

Vuelvo a felicitar, esta vez por vía digital, a Ángel Arboníes, por su gran sabiduría, su excelente tino, y su ejemplar generosidad al enseñarnos a "poner la vista" como mínimo, diez años por delante. Gracias!

+Contenidos

Mi foto
Musicógrafo influencer. Distinguido en Global Music Awards (EEUU). 1er Premio Concurso Piano Maestro Serrano. Especializado en Falla. Estrena Improvisaciones Albéniz y Granados (Boileau). Revistas: Música y Educación, Allegro, Ad Libitum, Polifonía y ArtsEduca. Coautor: 29 Maneras concebir silencio (Univ. Jaume I), Canto Natural (Bromera). Coord: Los poetas ante la música (Bubok). Autor: Piano Creativo (Rivera), Piano Español (Lulú) y Aprende a Improvisar al Piano (Redbook)

La brújula del canto