Ya
en octubre de 2011 se presentaba la primera edición electrónica de
"Creatividad e improvisación para la vida personal y
profesional. (Veintisiete miradas para inspirar tu futuro)" en
la que tuve el placer de participar como uno más de los músicos que
presentaba su "mirada" sobre el mundo de la creatividad. Y
esta vez, quizá por la procrastinación forzosa que me ha impedido
contestar la nueva entrevista colectiva a día de hoy, pero seguro
por la gran amistad personal, laboral y musical que nos une a Agustín
y mí, soy el responsable de abrir el pórtico y hacer sonar la
obertura que dará paso a las voces de "Músicos españoles de
nuestro tiempo", donde los entrevistados pertenecientes a
estilos, edades y ámbitos nos muestran
indiscutiblemente que un músico es una persona en continua
evolución.
Todos
resaltan (y yo aprovecho para sumarme a ellos ahora mismo) la
importancia de la creatividad y la situación mejorable de las
enseñanzas musicales en España.
Puesto
que finalmente no he podido resistir a querer contestar algunas de
las preguntas que Agustín lanzó, voy a permitirme este espacio para
realizar una aproximación personal a alguno de los temas que se
plantean en la entrevista; así que un fuerte aplauso para nuestro
entrevistador Agustín:
[Agustín
Manuel Martínez]: Cuéntanos,
por favor, alguna experiencia o anécdota que te venga a la memoria
que tenga que ver con el piano.
[José
Luis Miralles Bono]: Ya que hay otras preguntas sobre creatividad e
improvisación voy a contar una anécdota que está relacionada con
ellas. El sábado 13 de Octubre de 2007, a partir de las 19:00h y
hasta las 14:00h del domingo 14 de octubre, 42 pianistas colaboramos
en la ejecución colectiva integral de Vexations de Erik Satie,
"breve" obra de 1893 que dura aproximadamente un minuto de
música o poco más, pero acompañada de una anotación que revela un
detalle inquietante: "la obra deberá repetirse 840 veces
seguidas". Este "happening" se realizó en la Sala
Musikeon de Valencia, como concierto inaugural de los Cursos Musikeon
2007-2008 y en esta interpretación participamos profesores del
centro, alumnos y ex-alumnos. El organizador indica que " [...] la obra de Satie
habla de una determinada manera de tocar y de escuchar: repitiendo,
repitiendo y repitiendo... Es puro sarcasmo, la obra de un hombre que
entendió la absurdidad de una pedagogía basada en el "sigue
estudiando y te saldrá" y tuvo la premonición de lo que
supondrá la grabación para la música del futuro: un medio para
escuchar lo mismo una vez, y otra, y otra...".
Con
esta carta de presentación el evento ya era todo un acontecimiento
musical, pero el resultado que "produjimos" ese día nos
sorprendió a todos. Ya que nadie esperaba que la obra derivara en lo
que finalmente creamos.
Empezó
todo conforme la monolítica instrucción que la partitura rezaba,
repitiendo siempre exactamente lo mismo. Pero a medida que el tiempo
avanzaba nos era casi imposible mantener la igualdad exacta de
micro-articulaciones y micro-dinámicas entre una repetición y otra,
o entre un pianista y otro. Y de repente una nota falsa, por
descuido, nos traía a los sufridos oyentes todo un mundo nuevo. Así
que los errores por descuido se tornaron en cuidados errores, y a
medida que avanzaba la noche las modificaciones iban poseyendo
nuestra interpretación de la obra hasta el punto de que cada
intervención se convertía en un "concurso de ingenio" de
a ver en qué sentido modificábamos cada uno parcial o totalmente
las repeticiones que se nos habían adjudicado interpretar.
El
broche al evento lo protagonizamos algunos pobres pianistas que
aguantamos toda la noche sin dormir y aun continuábamos en pie en
las últimas repeticiones, donde ya eran todo glosas, variaciones,
paráfrasis, sarcasmos e improvisaciones en diferentes estilos
habidos y por haber. Y junto a Gerard Pastor (a cuatro manos) y
posteriormente con la unión de Luca Chiantore (a seis manos) terminé
las últimas 40 "repeticiones supuestas" en uno de los
momentos de mayor creatividad y realización personal que recuerdo.
[AMM]:
Vamos, podríamos decir que se trata una noche "irrepetible".
[JLMB]:
Así es, y no creo que a Satie le importara mucho la libre
interpretación que hicimos de sus instrucciones.
[AMM]:
¿Qué
opinas de la situación actual de la enseñanza de la música?
[JLMB]:
La situación actual de la enseñanza de la música en España es un
claro reflejo de nuestra sociedad. La cultura y la educación nunca
han podido ser ajenas al momento histórico en el que se insertan.
Usaré un par de citas para ilustrar lo que quiero decir.
La
primera cita es de Rafael Castro en un artículo publicado por la
Dirección General de Bellas Artes en los Cuadernos de Actualidad
Artística en 1969. El artículo se titula "Incorporación
de los Conservatorios o Escuelas Superiores de música a la
Universidad":
El problema del subdesarrollo en nuestra sociedad es un problema
ciertamente grave. La degeneración progresiva en los métodos de
educación en nuestros Conservatorios, la apatía por la
investigación y renovación musical, junto al abandono, por parte de
los órganos estatales competentes, de estos centros, han dado como
resultado esta lamentable situación, creando un clima hostil para
cuantos de una forma u otra nos interesamos seriamente por la música
en nuestro país y en nuestra sociedad.
Y en el mismo artículo
nos recuerda la famosa frase de Ramón y Cajal,
que la causa principal de nuestra decadencia es la falta de creación
de ciencia original.
Y si bien la situación
descrita referente a los Conservatorios ha mejorado sustancialmente
en los último años, aun queda mucho por mejorar. Antes de
continuar con la reflexión sobre este tema, voy a transcribir la
segunda cita. Esta vez de Conrado del Campo, en el acto de su
recepción en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, el 26
de junio de 1932:
Desde la escuela primaria hasta la universidad, desde las más
humildes iniciaciones de la vida intelectual hasta los más elevados
aspectos de los estudios científicos, quisiéramos que la música
acompañara con sus acentos animados, con sus ritmos variados,
estímulo de voluntad, y con la gracia permanente de sus cantos, los
esfuerzos e inquietudes de los estudios técnicos, de las actuales
tareas de investigación y análisis así en las ciencias como en la
literatura
Ya lo decía José Luis
Turina, cuando recuerda que en nuestro país, se considera a la
música como la "cenicienta de las artes" junto a la
Declamación y la Danza, es decir, las artes performativas o artes
escénicas. Y el mejor barómetro que tenemos en la actualidad para
demostrar esta triste realidad cultural española lo encontramos en
el actual proyecto de reforma educativa, la llamada LOMCE (Ley
Orgánica para la Mejora de la Calidad en Educación) del Ministro
José Ignacio Wert, donde la vía del bachillerato artístico en la
rama de artes performativas (música o danza) desaparece totalmente
del mapa; manteniéndose, eso sí, la rama de artes plásticas. La
explicación la encontramos en el lúcido artículo de opinión de
Xabier Sukia Zilbeti publicado el 5 de octubre de 2012 en EL PAÍS,
"Razones para la supresión del bachillerato de artes
escénicas":
Si en Alemania, Bach, Beethoven, Brahms o Stockhausen, Pina Bausch
forman parte fundamental de la cultura del país; si en Francia, con
Couperin, Rameau, Berlioz, Bizet, Debussy, Ravel, Messiaen o Boulez
sucede lo mismo; en España no es usual que el ciudadano medio
conozca, o simplemente le suenen, los nombres de Tomás Luis de
Victoria, el Padre Soler o María de Ávila. Sin embargo, España
goza de un patrimonio en artes plásticas inmenso, y ese mismo
ciudadano medio sí conoce los nombres de Velázquez, El Greco, Goya,
Picasso, Miró, Dalí, Barceló o Chillida.
Y
es que nos encontramos en un momento que aunque hemos mejorado mucho
la educación musical de nuestro país, casi siempre de forma
voluntariosa por parte de unos incansables batalladores, volvemos a
una época de desentendimiento, abandono y escaso respaldo por parte
del Estado hacia las enseñanzas musicales. Brotan algunos proyectos
en algunas zonas o comunidades, como la Valenciana, dónde la música,
especialmente la de banda, forma parte de las raíces más profundas
de su identidad. Pero no existe, ni todavía ha existido nunca en
este país un apoyo institucional firme y valiente por la enseñanza
musical y escénica. No hay una estructura coherente de todo un
sistema educativo que marque el camino desde los inicios musicales
hasta la salida al mercado laboral del artista y posterior protección
de ese ámbito de trabajo.
Sin
ese respaldo institucional, toda mejora de la educación musical ha
de ser sufrida con sangre sudor y lágrimas por parte de aquellos que
firmemente creemos en la importancia de la misma. Y es que nos
encontramos en una situación en la que debemos batallar, debemos
luchar por aquello que consideramos importante. No quiero despedirme
sin recordar a Stephan Hessel:
José
Luis Miralles Bono
11
de octubre de 2012
jlmirall.es
@miralles
José
Luis Miralles Bono (Vila-real, 1985) es profesor de piano y
Coordinador de Calidad Educativa en el Conservatorio Profesional de
Música "Mestre Tàrrega" de Castellón. Implicado
activamente en la mejora de la situación de los Conservatorios y la
Pedagogía del Piano tiene numerosos proyectos encaminados hacia ese
fin, tales como RENOVATORIO (portal de información e investigación
legal sobre conservatorios), GUIDOBLOGS (planeta de blogs educativos
de profesores conservatorios y escuelas de músicas) y OYSIAO (blog
personal de debate y reflexión sobre la situación de los
conservatorios y la educación musical). Asimismo pertenece a la
PLATAFORMA POR LA INTEGRACIÓN DE LAS ENSEÑANZAS ARTÍSTICAS
SUPERIORES EN EL SISTEMA UNIVERSITARIO y realiza una investigación
doctoral sobre la aplicación de las nuevas tecnologías a la
pedagogía del piano.
Gracias, José Luis, por tus palabras. Supone para mí un placer y un honor recomendaros encarecidamente su página: